El gobierno de Mauricio Macri sufrió su primer revés legislativo. El Frente para la Victoria hizo uso de su mayorÃa en la Comisión Permanente de Trámite Legislativo y firmó un dictamen de mayorÃa para derogar el decreto  del presidente que aumentó el mÃnimo no imponible del Impuesto a las Ganancias e incluyó a más personas bajo la órbita del tributo.
Fue, además, la primera muestra del rol ambivalente que jugará el massismo en el Congreso: aliado y opositor. A Macri le quedó claro que el escenario legislativo cambiará dÃa a dÃa y estará sujeto a los mecanismos de negociación que su partido pueda articular en las dos Cámaras.
Esta vez, el Frente Renovador decidió acompañar al kirchnerismo en el rechazo a la propuesta de Cambiemos. La victoria del kirchnerismo fue mérito del diputado Raúl Pérez, del Frente Renovador, que se negó a acompañar el despacho de la alianza Cambiemos para dictar la validez del decreto presidencial. Es decir, por cierta "inacción cómplice", el Frente Renovador perjudicó -en esta partida- al oficialismo. Â
El gesto del bloque que responde a Sergio Massa provocó que el dictamen del oficialismo haya quedado relegado al del kirchnerismo, por haber reunido siete firmas -seis de Cambiemos y una del senador Adolfo RodrÃguez Saá- contra las ocho que juntó el Frente para la Victoria.
Si Pérez hubiera acompañado a Cambiemos, la firma del radical Luis Naidenoff hubiera contado doble en su calidad de presidente de la comisión y el despacho hubiera sido de mayorÃa. Pero el diputado massista decidió no firmar ninguno.Â
La rol del Frente Renovador en la comisión es parte de una estrategia más amplia: el bloque quiere que se trate en el recinto una nueva ley de Ganancias que, entre otras cosas, modifique las escalas.
En los hechos, esto implica que el dictamen del kirchnerismo será el primero en tratarse en los recintos de la Cámara de Diputados y del Senado. Si es desaprobado por los plenos, recién ahà podrÃa tratarse el dictamen de Cambiemos, algo improbable ya que el Frente para la Victoria tiene mayorÃa en el Senado.
Se trata, no obstante, de un final abierto, ya que el Frente Renovador podrÃa inclinar la balanza a favor de Cambiemos en el recinto de Diputados. Y basta que una Cámara apruebe el dictamen de validez del decreto para que este quede en pie.
La jugada del massimo no es inocente. Por el contrario, fuerza al oficialismo a negociar una modificación integral de la Ley de Impuesto a las Ganancias. El principal cuestionamiento del Frente Renovador, gremios e incluso del Frente para la Victoria es que el presidente haya aumento el mÃnimo no imponible sin modificar las escalas, que hacen que las personas alcanzadas por el tributo aporten en mayores proporciones.
Más allá del DNU de Macri, el massismo pretende que se trate una nueva ley. "Lo que está sucediendo es una discusión abstracta que en nada cambia al bolsillo de la gente. DeberÃamos estar discutiendo una nueva ley", consideró el legislador de ese espacio Raúl Pérez.Â
"Es unánime la expresión polÃtica y ciudadana que el decreto del oficialismo fue escaso e injusto. Sobre todo a partir de la posición del Presidente en la apertura de sesiones el primero de marzo", lanzó. Y aclaró: "Queremos tratar la ley a partir de la semana que viene, hay proyectos con Estado parlamentario de todos los bloques".
El decreto de Macri subió el mÃnimo no imponible pero alcanzó a más personas bajo la órbita del tributo. El salario neto mÃnimo para pagar el impuesto depende de la situación del trabajador en blanco: soltero, sin hijos: $18.880; soltero, con un hijo: $20.400; soltero, dos hijos: $21.939; casado, sin hijos: $21.939; casado, un hijo: $23.469; casado, dos hijos: $25.000. Estos sueldos, sin embargo, son previos a los aumentos por paritarias por lo que más personas podrÃan quedar gravadas.
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