Desde 2001 en adelante, la presión de Ganancias sobre los salarios creció hasta un pico de 224,5% para los trabajadores casados con hijos. Ahora, este impuesto puede absorber hasta 4 sueldos por año y no para de crecer: sigue batiendo año a año nuevos récords y en 2015 podrÃa trepar otro 148% con relación a 2014.
Asà surge de un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal que analiza la evolución de la presión de Ganancias entre 2001 y 2014 y las perspectivas para 2015.
El estudio destaca que el “insuficiente ajuste de mÃnimos y deducciones y del congelamiento desde 2000 de los tramos de escala, en un contexto de alta inflación†provocaron “un constante aumento de la tasa efectiva del Impuesto a las Ganancias de los empleados en relación de dependenciaâ€. La excepción fue para los que en enero-agosto 2013 ganaban menos de $15.000 mensuales quienes quedaron excluidos del impuesto.
De los alcanzados por Ganancias, para los casados con 2 hijos, entre 2001 y 2014 la tasa efectiva tuvo un incremento de entre el 68 y 224%. Con un detalle no menor: la mayor presión golpeó a los niveles salarios medios y el 68% a los empleados de ingresos más altos. Eso pasa porque por el congelamiento de las escalas (desde hace 15 años) los tramos inferiores suben rápidamente en la tasa o alÃcuota del impuesto que va del 9 al 35%, mientras el salto es menor entre los que ya estaban cerca de ese tope del 35%.
Si el mismo análisis se efectúa en términos de sueldos, el estudio indica que un trabajador de sueldo medio que “en 2001 destinaba solamente un 30% de su ingreso mensual al pago de Ganancias, en 2014 debió destinar un salario mensual completoâ€.
Además, mientras en 2001, habÃa que ganar 6,5 veces el mÃnimo para tributar la alÃcuota mayor del 35%, “en la actualidad se comienza a tributar con un ingreso neto equivalente a solamente 2 veces los mÃnimos vigentesâ€.
Además, quien en 2001 tributaba en el primer tramo de la escala, del 9%, al mismo ingreso real en la actualidad tributa el 22,3%, “es decir, tributa un 150% másâ€.
Todo esto, dice el informe del IARAF, marca un significativo deterioro de la progresividad de este impuesto y “genera situaciones altamente inequitativasâ€.
Para este año, la situación se agrava en perjuicio del trabajador. Porque por paritarias o acuerdos con las empresas, los trabajadores comenzaron a recibir aumentos salariales sin que el Gobierno haya modificado el mÃnimo no imponible y las escalas del impuesto.
Asà al tener el trabajador un ingreso nominal más alto similar o incluso más bajo que la inflación, aumenta significativamente la parte del salario que no va al bolsillo del trabajador sino es retenido por la empresa a nombre de la AFIP.
Por ejemplo, los empleados que en 2014 tuvieron descuentos equivalentes al 7,7% del sueldo -casi un sueldo por año-, en 2015 tendrán una poda salarial del 19,1% (más de dos sueldos). Representa un aumento de la incidencia de Ganancias del 148% o un descuento del 40% sobre el incremento salarial nominal obtenido.
Para los niveles salariales siguientes, más altos, el efecto es similar aunque decreciente. Quien en 2014 aportó el 10,5% del sueldo en 1015 tributará el 21,1%, un 100% más y más de 3 sueldos.
Â
Â
Powered By WizardRSS.com | Full Text RSS Feed,
