
aprobó ley Bases con protagonismo de Villarruel
Ceder para conservar lo importante, soportar la presión de su propia ansiedad y ejecutar con pragmatismo. Ese fue el camino que el Gobierno nacional atravesó para la aprobación de su primer proyecto en el Senado (incluidas facultades delegadas para Javier Milei, quien dilató lo más posible su viaje a Europa), que ahora volverá con cambios a Diputados. Tras el despliegue de un belicoso operativo policial y negociaciones que implicaron cesiones de puestos directivos para garantizarse votos, consiguió empates en la ley Bases que Victoria Villarruel desempató a favor sucesivamente.
En soledad, el rechazo de la totalidad del bloque de Unión por la Patria no impidió la aprobación. A los votos de los senadores libertarios y los del PRO, se le sumó el apoyo casi unánime de la UCR (con excepción de Martín Lousteau) y los autónomos, que respondieron a los mandatos de sus gobernadores provinciales. Las negociaciones de último momento con el vicejefe de Gabinete José Rolandi incidieron en la voluntad de los miembros de Por Santa Cruz, que rechazaron la votación en general y se retiraron luego del recinto, permitiendo los empates en el tratamiento en particular que Villarruel dirimió: en su discurso habló de «dos Argentina», pero no hizo ninguna referencia a Javier Milei.
Aunque sus principales funcionarios (Milei, Caputo, Francos, Mondino) sostuvieron agendas paralelas, Casa Rosada no pudo alejarse del minuto a minuto de la sesión, que incluso corrió riesgo de no iniciar por falta de quórum si algún miembro díscolo de la UCR no se presentaba. Posteriormente, debió sostener el equilibrio de votos que al menos le garantizaría un empate que la presidencia de la Cámara alta -en manos de Villarruel o bien del libertario Bartolomé Abdala- terminaría por decantar a su favor.
El mayor triunfo del Gobierno fue la aprobación del primer artículo de la ley Bases: la delegación de facultades excepcionales al Presidente, que durante un año declara la emergencia pública en materia administrativa, económica, financiera y energética. Esto posibilita a Javier Milei a determinar lineamientos y modificaciones sin pasar por la sanción legislativa, limitando al Congreso a su rol fiscalizador. Casa Rosada permitió recortar el listado de 11 a 4 delegaciones y ajustar el plazo de dos a un año.
Ley Bases en el Senado: qué reformas realizó la oposición
El trabajo más arduo del equipo negociador del Ejecutivo fue reducir lo más posible la sangría del dictamen, a la que todos los bloques opositores deseaban realizarle modificaciones. El anuncio de la reducción de empresas susceptibles a ser privatizadas (que eran 40 compañías en la ley ómnibus original y finalmente quedaron en seis), la finalización de obras públicas con 80% de avance, la ampliación de organismos estatales que no podrían ser disuelto (incluyendo los energéticos, científicos y culturales) y la quita de la reforma moratoria fueron sus gestos más conciliadores para intentar aminorar futuros reclamos, que finalmente ocurrieron a lo largo de toda la madrugada.
En el último tramo de las intervenciones, Bartolomé Abdala -presidente provisional del Senado- confirmó modificaciones sobre el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones. Si bien a las 21 horas había expresado que se redujeron las iniciativas que pueden adherir al programa a las pertinentes en el sector agroforestal, infraestructura, minería, energía y tecnología, cuatro horas después agregó «por un error de tipo» a la siderurgia, turismo, petrolero y el gas. A pesar de su resistencia desde los discursos, fue la de mayor holgura en la votación (38-32), incluso con el acompañamiento de los peronistas Guillermo Andrada (Catamarca), Carolina Moises (Jujuy) y Sandra Mendoza (Tucumán).
El dictamen del Senado no incluía la reforma tributaria para el sector tabacalero, que se aprobó a último momento en Diputados y tuvo una sanción impredecible también en la Cámara alta, con el impulso de la UCR y el PRO. El único rechazo de la noche fue la derogación del Estatuto de Trabajo del Viajante de Comercio, el artículo más breve del proyecto. Se aguarda la posibilidad de modificaciones en los artículos más conflictivos del paquete fiscal: piso del impuesto a las Ganancias, inclusión del monotributo social y el blanqueo de capitales.
Gobierno extremó el protocolo antipiquetes ante movilización en Congreso
Las fotografías de la jornada en la Plaza de los dos Congresos, en las inmediaciones del Senado, grabaron las imágenes de violencia más desmesuradas desde el inicio de esta nueva gestión. En medio de investigaciones por la presencia de oficiales infiltrados, el incendio de coches, bicicletas y basureros constituyeron postales inusuales de la cultura de la protesta nacional. Su correlato fue el despliegue de centenares de efectivos federales que actuaron bajo la orden de acentuar la violencia de sus respuestas para provocar la desmovilización de las agrupaciones convocadas.
Ninguna fuerza quedó exenta: Prefectura fue filmada arrojando gas pimienta a diputados nacionales, Gendarmería se dedicó al lanzamiento de lacrimógenos y la Policía avanzó con camiones hidrantes y detenciones. El protocolo antipiquetes provocó hospitalizaciones y se impuso sin diferenciar edades de los manifestantes. Su accionar provocó uno de los momentos más tensos del debate, cuando se definió constituir una comisión para agenciar un reporte de los daños acontecidos. «Fuimos a proteger el Congreso y nos respondieron con piedras e incendios. Nosotros respondimos de manera inmediata», expresó en redes sociales Patricia Bullrich, responsable del operativo.
El lineamiento oficialista parecía ya planificado antes del accionar policial (Abdala planteó que “quieren voltear al Gobierno” antes de la sesión) y la respuesta oficial, más allá de la promesa de la ministra de Seguridad de cobrarles a las organizaciones los costos del operativo que ella decidió desplegar, se publicó en la cuenta de la “Oficina del Presidente”. «Con palos, piedras e incluso granadas, intentaron perpetuar (sic) un golpe de Estado, atentando contra el normal funcionamiento del Congreso», escribieron. De la perpetración a la perpetuación hay un extenso trecho, pero la preocupación radica en la celebración de la desmesura represiva y la posibilidad de que esta haya sido sólo una leve muestra.